mientras esperaba el autobús se fijó en que habían cambiado el cartel publicitario de la marquesina. «dinero llama dinero, o cómo vencer y convencer en la vida», rezaba el título de la nueva publicación que prometía ser todo un faro de sabiduría. en ese momento metió la mano en el bolsillo, sacó las escasas monedas que llevaba encima, las miró y pensó: pues el mío debe estar apagado o fuera de cobertura.